¡Alabanza y adoración!
Este momento es para glorificar nuestro espíritu en un canto de adoración. Ofrecemos nuestras voces a Él, el que nos ha hecho con amor. Las melodías fluyen como ríos de gratitud, reflejando la luz de su gracia. Cada canto es un susurro de fe que se eleva hacia el cielo. melodías que tocan el espíritu Al escuchar los himnos, nuestro es